La fe y el amor son dos pilares fundamentales en la vida cristiana. La Biblia nos enseña que la fe nos conecta con Dios, pero es el amor el que da testimonio de nuestra relación con Él. No se pueden separar; una fe genuina siempre se manifiesta a través del amor.

En 1 Corintios 13:13 leemos: “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” Este versículo nos recuerda que, aunque la fe es esencial, el amor es la mayor expresión de nuestra confianza en Dios. Cuando amamos como Él nos ha amado, estamos viviendo una fe que transforma, que ilumina y que impacta vidas.

Durante este mes, reflexionaremos sobre cómo nuestra fe se fortalece cuando aprendemos a amar a Dios y a los demás con un amor sincero, paciente y desinteresado. Exploraremos cómo la fe nos lleva a actuar con amor y cómo el amor, a su vez, profundiza nuestra fe.

Que este tiempo devocional sea una oportunidad para examinar nuestro corazón, crecer en nuestra relación con Dios y vivir con una fe activa que se refleje en cada acto de amor que damos. ¡Que Dios nos guíe en este camino de fe y amor!